Recibí este texto y lo compartimos:El viaje resulta una experiencia generadora: nos permite imaginar historias, poesías y en algunos casos abrir los ojos a lo distinto. Quiero compartir algo que escribí mientras el tren se detuvo por cuarenta minutos en la estación Irigoyen ese día en el que hizo tanto frío.
Aquí va:
LA RAZÓN DE LA SINRAZÓN
Te golpea suavemente
Ni bien llegas a la vida,
Te golpea con fuerza
Muchas veces a escondidas.
Hoy que su peso te aplasta,
Abrís los ojos a la verdad,
Siempre estuvo ante ti
Como la propia humanidad.
En las miradas de los otros,
En los sueños de los hombres,
En la propia felicidad:
El dolor de la existencia
No te deja caminar.
¿Por qué existe lo que existe?
¿Por qué todo es tan real?
¿Qué sos vos en este mundo?
¿Por qué siempre hay que esperar?
Sos un producto social,
Sos lo que otros esperan,
También sos lo que no sos
Y lo que nunca quisieras.
Hay que resistir a la existencia
Como si pudieras vencerla,
Aún sabiendo que te sigue
Y que corre por tu vena.
Sos vos ejemplo perfecto
De la existencia humana,
Son tus ojos un reflejo
De la gran incertidumbre.
No tenés que alcanzar la cumbre,
No tenés que romper barreras,
Sólo debes abrir la mente
Y atravesar las fronteras.
Respirar al mundo en cada paso,
Dejar que entre en tu sistema,
Saber que todo es existencia:
Tus sueños, tus amores y tu consciencia.
La razón de la sinrazón
La razón de la existencia
Ajena al hombre eternamente,
Perdida en la nebulosa.
Nacer, crecer y morir
No se puede resistir,
Todo esto es la existencia:
Vacio, oscuridad y ausencia.
J.A